martes, 8 de mayo de 2012

Leyendas de Cusco

El Mito del Cóndor

Se dice que en una comunidad, un hombre vivía con su hija. La hija pastaba las ovejas, llamas y otros animales. Cada día un joven vestido con elegancia iba a visitarla. Tenía un traje negro hermoso, chalina blanca, sombrero y todo. Cada día iba a visitar a la mujercita, y se hicieron buenos amigos. Jugaban a todo. Un día comenzaron a jugar de esta manera: “Alzame tu y yo te alzaré”. Bueno, comenzaron el juego, y el joven alzo a la mujercita. Recién cuando la había alzado en alto, la mujercita se dio cuenta de que estaba volando.
El joven puso a la mujercita dentro de un nicho en un barranco. Allí el joven se convirtió en cóndor. Por un mes, dos meses, el cóndor criaba a la mujercita. Le daba toda clase de carne: carne asada, carne cocida. Cuando habían estado unos años juntos, ella llego a ser mujer. La jovencita dio a luz un niñito, pero lloraba día y noche por su padre, a quien había dejado en la comunidad. “¿Cómo puede estar solo mi padre? ¿Quién está cuidando a mi padre? ¿Quién está cuidando a mis ovejitas? Devuélveme al lugar de donde me trajiste. Devuélveme allá”, le suplicaba al cóndor. Pero él no le hacia caso.
Un día un picaflor apareció. La joven le dijo: “¡Ay, picaflorcito, mi picaflorcito! ¿Quién hay como tú? Tienes alas. Yo no tengo ninguna manera de bajar de aquí. Hace más de un año, un cóndor, convirtiéndose en joven, me trajo aquí. Ahora soy mujer. Y he dado a luz a su niñito”. El picaflor le contestó: “Escúchame joven. No llores. Te voy a ayudar. Hoy día iré a contarle a tu papá donde estás, y tu papá vendrá a buscarte”. La joven le dijo: “Escúchame, picaflorcito. ¿Conoces mi casa, no? En mi casa hay hartas flores bellas, te aseguro que si tú me ayudas, toditas las flores que hay en mi casa serán para ti”.
Cuando dijo eso, el picaflor volvió contento al pueblo, y fue a decir al padre de ella: “He descubierto dónde está tu hija. Está en el nicho de un barranco. Es la mujer de un cóndor. Pero va a ser difícil bajarla. Tenemos que llevar un burro viejo”, dijo el picaflor, y contó su plan al viejo. Fueron, llevando un burro viejo. Dejaron el burro muerto en el suelo. Y mientras el cóndor estaba comiendo el burro, el picaflor y el viejo ayudaron a la jovencita a bajar del barranco. Después llevaron dos sapos: uno pequeño, otro grande, y dejaron los sapos en el nicho del barranco. Bajaron el viejo y su hija y fueron hacia el pueblo. El picaflor fue donde estaba el cóndor, y le contó: “Oye, cóndor. Tu no sabes que desgracia hay en tu casa”.
“¿Que ha pasado?” el cóndor le preguntó.
“Tu mujer y tu hijo se han convertido en sapos”. Bueno, el cóndor se fue volando a ver. Ni la joven, ni su hijo estaban dentro del nicho, solamente dos sapos. El cóndor se asustó, pero no pudo hacer nada; y el picaflorcito está todos los días entre las flores en la casa de la jovencita. Mientras ella, su hijo y su padre viven felices en la comunidad.
Recogido de Gloria Tamayo. Cuzco, Perú.

Manco Capac y Mama Ocllo

Esta leyenda expresa que en épocas muy antiguas el dios sol compadecido del salvajismo y barbarie en que vivían los pueblos, se compadeció y decidio enviar a dos de sus hijos para que emprendieran una campaña de enseñanza y aprendizaje hasta convertirlos en verdaderos seres humanos.
A esos hijos suyos, llamados Manco Cápac y Mama Ocllo, los despidió en el lago Titicaca, de donde salieron a recorrer la tierra andina.
Les dio una vara de oro para que la enterraran en todos los lugares a donde llegaran, y se quedasen afincados en el sitio donde esta se hundiera.
Emigraron al norte, llegaron a Tamputocco, del cual pasaron a Huanacauri y por fin penetraron al valle del Cusco, donde la vara se hundió en el suelo.
Allí se quedaron y dando cumplimiento al mandato del dios sol, se arraigaron para formar un pequeño señorío.

Manco Cápac entonces, se dedicó a enseñar todas las artesanias, técnicas y demás obras necesarias para sacar a los hombres andinos de su primitivismo; Mama Ocllo, por su lado, hacia lo mismo respecto a las mujeres.


Así dice la leyenda, es cómo los peruanos aprendieron las técnicas de la agricultura, ganadería cerámica, textilería, Arte culinario, etc.
jueves, 14 de octubre de 2010

Himno de Cusco

El Himno al Cuzco es una composición de los músicos cuzqueños Luis Nieto Miranda y Roberto Ojeda Campana que la Municipalidad Provincial del Cuzco adoptó en los años 1970s como himno de la ciudad. Las letras del himno son las siguientes:

  • Coro:

    Cusco, Cusco es tu nombre sagrado
    como el sol del inkario inmortal
    todo el mundo te lleva en el pecho
    como canto y bandera triunfal.

    Invencible bastión de tu raza,
    te saludan los pueblos de pie;
    y la patria que se honra en tu estirpe
    de coloca en la frente un laurel.


    Estrofas:

    Cusco eterno, tus áureas reliquias
    trabajaron orfebres del Sol.
    Tus hazañas tallaron los siglos
    y tu imagen la gloria esculpió

    Que se pongan de pie las naciones
    que disparen su canto de estrellas
    y que el mundo te rinda homenaje
    inclinando en tu honor su pendón.



    QUSQU YUPAYCHANAN TAKI (Quechua sureño)

    QHUCHUNTIN:

    Qosqo, Qosqo willkasqan sutiyki
    inka pachaq Tayta Intin hina
    teqsimuyun qhasqunpi apasunki
    haylli taki unanchantahina.

    Mana llalliy sanaykiq pukaran,
    llaqtakunan much´aykusunki;
    Suyutaqmi aylluykiwan samisqa
    mat´iykiman pilluta churan.



    YARAYMA

    Wiñay Qosqo, Inti qori manyankunan
    illaykikunata llanq´arqan.
    Hayllinkikunatan pacha llaqllarqan
    wankikitaqaq Kusi Pacha.

    Llapan suyukuna sayarichun,
    ch´aska takinkuta wach´ichispa
    lluy pachataq yupaychasunkiku
    unanchanta k´umuykachispa.

miércoles, 12 de mayo de 2010

Complejo Arqueológico de Tipón

Este lugar de adoración servía para que sacerdotes oficiaran ofrendas de acuerdo a las fases lunares, para propiciar buenos climas y lluvias en bien de la agricultura. Los principales sectores que conceden el complejo son: recintos reales y jardines, recintos menores, Intihuatana, mirador, altas murallas, así como sistemas de riego y andenerías. Los andenes son de preciosa arquitectura, las piedras encajan resueltamente y la calidad del trazo es perfecta. Esto hace suponer que estas tierras pudieron servir para cultivos especiales e investigación agrícola, algo semejante a la andenería concéntrica de Moray, pero en menor escala.



El cronista español Cristóbal de Molina cuenta que este lugar era un circuito de larga peregrinación –que recorría adoratorios en Sicuani, Cusco y Mantocalla, donde los sacerdotes Incas efectuaban antes del solsticio de invierno para llegar cerca a la zona de salida del Sol, esto con el fin de precisar la duración del año y comprobar las fechas de solsticios y equinoccios.

Investigadores sostienen que este recinto pudo haber sido la Casa Real del Inca Yahuar Huaca, quien se retiró a este ambiente luego de ataques con los Chancas. Huiracocha, su hijo, tomó la posta y arrojó a los enemigos, coronándose Inca en lugar de su padre. El cronista Garcilaso de la Vega cuenta: "El cual dio lugar a la determinación del hijo, porque sintió inclinada a su deseo toda la corte, que era la cabeza del reino; y por evitar escándalos y guerras civiles y particularmente porque no pudo más, consintió en todo lo que el príncipe quiso hacer de él. Con este acuerdo trazaron luego una casa real, entre el angostura de Muyna y Quepicancha, en un sitio ameno, con todo el regalo y delicias que se pudieron imaginar de huertas y jardines y otros entretenimientos reales de caza y pesquería; que al levante de la casa pasa cerca de ella el río de Yucay y muchos arroyos que entran en él", haciéndose referencia a esta zona de Tipón. Actualmente hay un gran espacio de cultivo que contiene 12 terrazas muy fecundas que son cultivadas, y cuyas paredes fueron construidas con piedras talladas.




El Parque Arqueológico Nacional abarca aproximadamente un territorio de 2,200 hectáreas y se encuentra en el distrito de Oropesa, provincia de Quispicanchis, a 25 km. aproximadamente al sureste de la ciudad del Cusco (45 minutos en auto). Su acceso es a través de la vía asfaltada Cusco-Puno, tomando un desvío a la altura del Km 20.5 de esta ruta hasta llegar al pequeño pueblo de Tipón y al complejo. Se debe contar con boletos turísticos para ingresar a la zona. Se debe tener en cuenta que por ser una zona sobre los 3.500 msnm, a algunos turistas les puede causar mal de altura; tomar las precauciones con pastillas contra el dolor de cabeza o mate de coca.

Tambomachay o Baños del Inca

El nombre proviene del quechua tampu: alojamiento colectivo, y m’achay: lugar de descanso. El complejo principal consta de cuatro terrazas y en la terraza superior se ubican cuatro nichos trapezoidales de aproximadamente 2 m. cada uno. Se supone que originalmente era un recinto cerrado, y frente al conjunto se ubicaba un torreón circular que debió tener fines de defensa y comunicación. En la parte inferior, se hallan los "Baños del Inca" una fuente litúrgica.

Tambomachay es una muestra de un extraordinario sistema hidráulico Inca, donde acueductos conservan y trasladan un derrame constante de agua limpia durante todo el año en forma permanente y controlada. Los Incas veneraban el agua como fuente de vida, por lo que se sustenta que pudo haber sido una especie de balneario de descanso del Inca, además de uno de los asientos del sistema de defensa del valle cusqueño, por su estratégica ubicación.




Según vestigios e investigaciones arqueológicas, hace suponer que este lugar era un recinto cerrado, donde se ingresaba a través de cuatro andenes de marquesina trapezoidales de doble sostén, como era costumbre en la arquitectura Inca, para resaltar un lugar de sumo interés. De ahí se puede ver ya el agua que brota desde las médulas de la tierra, donde no se ha podido aún manifestar el origen del manantial que provee de aguas tan cristalinas y cuantiosas a las fuentes.

Este espacio bucólico nos muestra la pericia de los antiguos pobladores peruanos por armonizar las edificaciones con el paisaje, pues el sonido del agua que corre por los canales trasmite pura tranquilidad y paz en medio de la abundante y bien cuidada vegetación. Según las crónicas antiguas se dice que fue coto de caza de Inca Yupanqui, por lo que hace conjeturar que fue una zona bucólica muy rica en especies animales. Además de un adoratorio al agua.




Tambomachay se ubica a 8 km. de la ciudad del Cusco (15 minutos en auto), y se puede acceder al lugar con el servicio de taxis o buses, o si se prefiere caminando mientras se recorre la ciudad cusqueña. Se debe tener en cuenta que por ser una zona arriba de los 3.700 msnm, a algunos visitantes les puede causar mal de altura; tomar las precauciones con pastillas o mate de coca.

Complejo Arqueológico de Sacsayhuamán

Sacsayhuamán es considerada como una de las obras más gigantesca en el periodo Incaico. Su nombre quechua significa "halcón satisfecho". Por tanto, era el halcón que custodiaba la capital del imperio, pues desde la colina en que se erigió domina toda la ciudad. Si, como se sabe, Cusco fue diseñado con la forma de un puma yacente, Sacsayhuamán vendría a ser su cabeza, en tanto que el Koricancha correspondería a los genitales del felino. Se dice que la obra la inició Pachacútec y la continuó Túpac Yupanqui, aunque algunos cronistas señalan que fue Huayna Cápac quien le dio el toque final. Su construcción tardó más de siete decenios y requirió la fuerza de unos 20,000 hombres, tanto en el trabajo de los cimientos como en las canteras, el transporte de materiales, el labrado y la colocación de las piedras. El aspecto que presenta hoy es muy distinto al que dejaron los conquistadores, pues esta fortaleza fue utilizada como cantera para construir el Cusco colonial.




Sacsayhuamán es uno de los grandes monumentos líticos de la arquitectura Incaica, y fue en realidad una Casa Real del Sol, donde no solamente la construcción era importante, sino también la armonía entre la arquitectura y el paisaje. Sus fortificaciones fueron hechas con enormes bloques de piedras, algunos con una altura de 9 m. y con un peso muy superior a las 100 toneladas. Este complejo arqueológico abarca una superficie de 3.000 has. y está conformado por tres plataformas que representarían los tres niveles de la religión Inca. El primer nivel seria la representación de la Muerte, el segundo la de la Vida y el tercero la Divinidad. Hubo varias puertas que comunicaban los distintos niveles a través de escaleras.

En una de ellas murió Juan Pizarro (hermano del conquistador Francisco Pizarro).



Se levantaron varios edificios y tres grandes torres, hoy el legado de estas construcciones son unas leves huellas. Una de las torres, la Muyuqmarka no solo fue un edificio de trazo excepcional, sino también de gran valor histórico. Fue el lugar donde se realizó la mayor resistencia indígena contra la conquista española. Al frente se encuentra el conjunto llamado Suchuna o rodadero (hoy en día los niños la usan como un tobogán), es una formación natural en forma de tobogán con curvaturas. En lo alto se encuentra unos escaños cincelados en roca llamados por algunos lugareños como El Trono de los 14 Incas.

En la Suchuna se han encontrado andenes, tumbas, túneles, escaleras esculpidas en piedra así como un manantial. Al frente del tobogán divisamos un anfiteatro donde el Inca se congregaba con sus gobernantes. Lo asombroso de este complejo son; el ingenio conseguido por el antiguo hombre andino, visto la complejidad de subir estas enormes piedras y colocarlas de forma tan precisas para la construcción de estos monumentos, así como, la ingeniería hidráulica de su sofisticado método de drenaje de agua de lluvias. Cerca del lugar domina una estatua de Jesús denominada Cristo Blanco con una altura de aproximadamente 25 metros que fue un regalo de la colonia árabe palestina al Cusco.




"Es indudable que no hay en la América ninguna otra estructura arqueológica que cause tanta impresión al visitante como Sacsayhuamán. Por muy prevenido que uno esté, el espectáculo supera lo imaginado". (Alden J. Mason).

Desde este complejo se puede tener una vista formidable y muy amplia de la ciudad del Cusco, así como las cumbres de los nevados Ausangate, Pachatusán y Cinca. En Sacsayhuamán se recrea, cada 24 de junio, la ceremonia del Inti Raymi, una celebración ancestral en honor al dios Sol. Se ubica a 2 km al noreste de la ciudad de Cusco (10 minutos en auto o 30 minutos caminando aproximadamente). Para ingresar al recinto se necesita un boleto turístico.